El test de Coombs (o de antiglobulina) es una técnica usada en inmunohematológica que sirve para poner en evidencia la presencia de anticuerpos en el suero de la sangre, sobre todo anticuerpos Rh, por lo que es muy usado en mujeres embarazadas para descartar posibles incompatibilidades entre el feto y la madre que, de tener un factor Rh incompatible, se produciría un alteración (enfermedad hemolítica del recién nacido) en la sangre del bebé con graves consecuencias para el mismo.
Existen dos métodos de Coombs: Directo e indirecto.
Coombs directo.
Con este método se buscan anticuerpos fijados en la membrana de los hematíes.
Su resultado normal es negativo, pero es positivo cuando se detectan anticuerpos antieritrocitarios fijados a la membrana de los hematíes.
Coombs indirecto
Éste es el método más usado para determinar la presencia de anticuerpos (sobre todo Rh) libres en plasma (por eso aglutinan al añadir el suero de Coombs) en el primer trimestre de embarazo.
Su resultado normal es negativo pero si es positivo puede desarrollarse la EHRN.
El test de Coombs no solamente puede ser positivo en presencia de anticuerpos antieritrocitarios o anti-Rh, sino que también puede ser indicativo de otras alteraciones como:
● Alteración de la superficie hemática a causa de los efectos secundarios de determinados fármacos, tales como los antiparkinsonianos, inmunosupresores y determinados antibióticos.
●Alteración en en la fijación de anticuerpos a los hematíes en pacientes con hipermegammaglobulinamia o en pacientes tratados bajo altas dosis de inmunoglobulinas vía IV.
● Anemia inducida por fármacos
El test de Coombs es una sencilla e imprescindible técnica para confirmar o descartar determinados desordenes inmunohematológicos cuya eficacia se refleja en sus resultados. Por ello es hasta el día de hoy, una de las pruebas de los laboratorios clíínicos más fiables y demandadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario